Comisión Presidencial sobre Aplicación de la Ley y Administración de Justicia

Datos de la Comisión del Presidente Johnson sobre el cumplimiento de la ley

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En 1965, Estados Unidos se enfrentó a lo que entonces se consideraba una combinación sorprendente de un sistema de justicia penal injusto, tácticas policiales torpes y poco esclarecedoras y una creciente epidemia de crímenes. En respuesta, el presidente Lyndon Johnson convocó una Comisión especial sobre el cumplimiento de la ley y la Administración de Justicia el 23 de julio de 1965.

La comisión consistió en 19 hombres y mujeres nombrados por el Presidente, 63 miembros del personal a tiempo completo y 175 consultores.

Durante los próximos dos años, la comisión se embarcó en la alta y loable tarea de explorar cada faceta del sistema de justicia penal estadounidense y, en 1967, publicó su informe final. El ambicioso informe, El desafío del crimen en una sociedad libre , emitió siete objetivos y más de 200 recomendaciones específicas.

Décadas más tarde, sus hallazgos aún son válidos. Entonces, ¿qué tenían que decir? Echemos un vistazo a los objetivos que identificaron como el camino para enfrentar el crimen y mantener la libertad.

Primer objetivo: prevenir el crimen

Los comisionados dejaron en claro que la primera clave para abordar la delincuencia es trabajar para prevenirla en primer lugar. Rechazaron la noción de que el crimen era únicamente el problema de la policía y los tribunales e insistieron en el papel fundamental que desempeña la sociedad en su conjunto al ser libre de crímenes.

Hicieron hincapié en la importancia de la familia, el sistema escolar y la creación de empleo y asesoramiento en el desarrollo de miembros de la sociedad bien ajustados y productivos.

También reconocieron que un componente crítico para la prevención del delito era una garantía de ser detenido. Es decir, que cuanto más probable es que se los atrape, menos probable es que cometan crímenes. Con ese fin, recomendaron la implementación de sistemas de comando y control asistidos por computadora y modelos de vigilancia predictiva para asignar mejor la mano de obra.

Segundo objetivo: nuevas formas de tratar con los delincuentes

Al reconocer los posibles daños que una persona puede sufrir por el encarcelamiento, los comisionados recomendaron buscar nuevas alternativas para tratar con algunos delincuentes.

Alentaron el establecimiento de programas y funcionarios de justicia juvenil, tribunales de menores y programas de tratamiento que incluían el uso de psicólogos forenses y criminales . El objetivo: fomentar la rehabilitación y reducir la reincidencia.

Tercer objetivo: eliminar la injusticia

Los comisionados se dieron cuenta de una inherente injusticia en la administración de justicia entre los estados, lo que degradaba la confianza que los estadounidenses tenían en la fuerza policial y el sistema de justicia penal. Hicieron recomendaciones para agilizar los casos, reducir el número de casos y encontrar alternativas a los sistemas de libertad bajo fianza que castigan a los indigentes.

También reconocieron la relación tensa entre la policía y las comunidades a las que sirven , particularmente en las comunidades urbanas y más pobres. Para mitigar esto, recomendaron programas de relaciones comunitarias para construir asociaciones, mejorar las comunicaciones y aumentar la confianza.

Cuarto objetivo: mejorar el personal

Los comisionados reconocieron la necesidad de contar con personal inteligente y bien educado en todo el sistema de justicia penal.

Alentaron los programas para alentar la contratación y el desarrollo de oficiales de policía mejor educados al alejarse de un programa de entrada única en el que cualquier persona que cumpla al menos las calificaciones mínimas para ser un oficial de policía es contratada en el mismo nivel.

En su lugar, recomendaron un sistema de contratación basado en niveles en el que los funcionarios reciban sueldos y salarios acordes con la experiencia y la educación. También recomendaron que los estados establezcan estándares y comisiones policiales para supervisarlos y estandarizar el profesionalismo y la capacitación.

Quinto objetivo: investigación

Al reconocer la necesidad de formas nuevas e innovadoras de responder a la delincuencia, los comisionados sugirieron dedicar mayores cantidades de recursos a la investigación. Específicamente, alentaron a las entidades de justicia penal a estudiar el impacto del crimen , los efectos de diversos castigos sobre el delito y las formas de mejorar los procedimientos dentro de la policía, los tribunales y las correcciones.

Sexto objetivo: dinero

Controlar el crimen es responsabilidad de la comunidad y el gobierno, pero no es barato. Los comisionados creían que los gobiernos deberían comprometer más fondos para mejorar los programas y aumentar los salarios de los agentes de policía y otros profesionales de la justicia penal.

Séptimo Objetivo: Responsabilidad por el cambio

Finalmente, la comisión insistió en que la responsabilidad de hacer cambios en el sistema de justicia penal era de todos. Los ciudadanos individuales, las corporaciones, las universidades, las organizaciones de fe y los gobiernos juegan un papel en la prevención y el tratamiento del delito en las comunidades.